lunes, 12 de julio de 2010

Crónica de una obra (2ª parte)

Seguimos con la obra. Llevamos ya un mes y la cosa no está tan avanzada como quisiera. Estas cosas, ya se sabe, uno las empieza sin saber nunca cuando las acaba. Lo cierto es que la climatología no ha estado de nuestra parte y ha habido que aplazar algunas cosas por las lluvias e ir haciendo otras.

La escalera al final ha quedado bastante bien apañadita. El sitio en el que el constructor original pensó que debiera de ir es justo a la entrada de la casa:



Se puede observar en el techo una sección abierta del hueco original. De colocarla aquí, aún haciéndola estrechita, queda como un mamotreco enmedio de la entrada y quita mucho espacio. Me pareció inviable, por lo que decidí hacerla construyendo un tiro exterior con acceso desde el salón:



Para aprovechar bien el hueco, la hemos hecho en abanico:



Lo último que se hará es forrarla, y aquí viene otra de mis disyuntivas; había pensado en hacerlo en mármol, pero por la forma que tiene, lleva muchísimo desperdicio de piezas y sale carísima, por lo que la siguiente opción es buscar un gress que le vaya bien. Teniendo en cuenta que en la decoración de la buhardilla predominará el negro y el blanco, me inclino a pensar que sea totalmente blanca.

Ya hemos subido el agua fría y caliente, la luz y la calefacción. Todo un logro coordinar al fontanero con los albañiles, pero lo conseguí. Yo pensaba no subir calefacción y poner bomba de calor, pero al final una amiga me convenció de que pusiese calefacción, aunque costase un poco más, por que después lo agradecería (Gracias, Hawai)



Estas dos últimas semanas ha sido casi todo abrir rozas para la luz, colocar enchufes y puntos de iluminación, llevar tuberias de agua y calefacción... Por eso parece que no ha cundido mucho, pero ya empieza a verse algo.

El futuro acceso. Según subes, a la derecha, estará la terraza.







Para poder hacerla, hay que levantar el tejado, que está soportado por una serie de arcos:



Pero si quitas los arcos de un lado, el techo se viene abajo por el otro, motivo por el que decidimos levantar toda esa sección y aprovechar el momento para darle más altura. Finalmente hemos podido evitarlo colocando una estructura a base de vigas de acero que sustituirán a los arcos.





Sólo eliminaremos los dos primeros arcos, el resto se quedará. Una vez que se hayan quitado, las vigas se ocultarán con pladur. De esta manera, salvamos la situación engorrosa del tejado y podemos quitarlo para hacer una terracita de 10 m2 que dará al jardín.



Vamos dando de yeso y tapando el ladrillo bruto. Visto en blanco, ya va pareciendo algo habitable.



Hemos aprovechado la ventana que quitamos abajo, en el salón, para hacer el tiro de escalera y la hemos colocado al fondo, en lo que será el servicio, para tener luz y ventilación.



El servicio estará semintegrado en el resto de la habitación y creo quedará bastante majo.



Esta semana que empezamos, haremos la terraza y el cuarto de baño completo. O eso espero...