
Supongo que no nos ocurre a todos pero, quien más quien menos, en algún momento de nuestra vida, nos mostramos orgullosos y plenamente convencidos de que es algo digno de admiración. Lo cierto es que, no sé por qué, pero es una manifestación del carácter que se suele apremiar y adular, pero en realidad es un gravísimo error. El orgullo condiciona, te determina hasta el punto de que tienes que desestimar la ayuda del prójimo cuando puede ser beneficiosa, incluso te convierte en sordo ante la exposición de razonamientos de otras personas que van en contra de los tuyos. Un día, como estas cosas que ocurren en la evolución por generación expontánea, me di cuenta de que este rasgo era un auténtico defecto y que debía superarlo, por lo que aprendí a escuchar a los demás y entendí que no siempre estaba en posesión de la razón y me dejé ayudar y descubrí que todo era mucho más fácil cuando aceptas ayuda.
Hoy estoy empezando con la creación de mi blog. Hay un montón de cosas que se pueden hacer y me cuesta entenderlas por que soy un auténtico profano en tecnología moderna, pero sé que se pueden y yo solo no lo lograré y al final dejaré que este proyecto quede, como otros, en un intento fracasado, por lo que me he propuesto buscar ayuda para avanzar en mi determinación. La he encontrado y ahora sólo hace falta que mi disposición a entender lo que me aconsejen, sea la correcta y receptiva.
Gracias a quienes me den una opinión, un consejo, una crítica.