Es desconcertante no saber lo que te va a ocurrir esta noche, mañana o la próxima semana. La vida transcurre como en una línea continua en la que hay codos, curvas y otros recovecos imprevistos, que no son más que distintas circunstancias que tenemos que salvar para poder continuar hacia adelante, no sabemos muy bien a dónde, pero sí tenemos la absoluta certeza de que hay que seguir la zanahoria por que es para lo que estamos aquí. Si fuéramos por un camino andando continuamente, en alguna ocasión tropezaríamos con una piedra, en otras meteríamos el pie en un agujero, también nos toparíamos con preciosos miradores, nos tendríamos que mojar los pies o nos llegaría el aroma de un maravilloso jardín de rosas, por que todas y cada una de estas situaciones, positivas o negativas, son las que hacen el camino. En la vida, las piedras y los miradores, son los que nos hacen experimentar las distintas emociones que luego se traducen en sensaciones, malas, buenas, pero todas aportándonos algo y ofreciéndonos el sable con el que nos abriremos paso en los tramos de jungla, el sable que en la vida se llama experiencia.
La experiencia me permite controlar mis emociones y contener las lágrimas cuando meto el pie en el agujero o reprimir el júbilo ante acontecimientos excesivamente reconfortantes, pero lo que siento, tanto si se queda dentro de mí como si lo expreso, eso, no soy capaz de conducirlo por que simplemente soy esclavo de mis sentimientos, y es algo que asumo, aunque me perturba cada vez que la vida me zarandea y me hace sentir vulnerabilidad, impotencia, decepción o rabia.
La razón es la que me hace seleccionar los senderos oportunos y esquivar esas sensaciones de las que huyo, y aún así, mis sentimientos me obligan a pisar la caca de perro en vez de sortearla, sabiendo que unos metros y unas semanas después me encontraré con otra. Esto es como comprarse un Viceroy, que es lo que tengo, es lo que soy, un lo tomas o lo dejas y te dedicas a seguir andando por la bordurita de la vida para no machacarte los pies y llegar con ellos intactos a no sé donde, que es el objetivo de mi vida, aunque para ello tenga también que ignorar las metas que me he propuesto o, incluso mejor, no proponerme ninguna más para no tener que luchar por conseguirlas.
Me cruzo con alguien y decido que me apetece compañia durante un trecho, pero en breve me doy cuenta de que ir a su lado significa encontrarme con nuevos obstáculos para mí, por que este alguien tiene una forma paralela a la mia de caminar pero sus pies son diferentes, menos cautos quizás o más torpes, el caso es que tropieza y yo intento ayudarle a levantarse y él no pone nada de su parte, así que me arrastra y caigo junto a él.
Sé que nuestros caminos deberían seguir por separado y que se han cruzado por accidente, me lo dice mi lógica, pero no puedo dejar de seguir conversando con él, riendo con él, admirando juntos como sale el sol para ambos cada día y temiendo ese momento inevitable en el que uno se quedará atrás mirando la puesta de sol, consiciente de que el otro se aleja, y entonces seguirá allí sentado, hasta que oscurezca y sin volver la ccabeza por que sabe que deberá continuar solo.
viernes, 13 de febrero de 2009
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¿Y quién ha dicho que los senderos de la vida sean fáciles?.
ResponderEliminarSiguiendo con la metáfora del reloj, quizás debas comprarte (buscar) un Rolex. Es lo mínimo que te mereces.
Besitos gordos.
Supongo que nadie, es hablar en voz alta y organizarme un poco los sentimientos.
ResponderEliminarMi reloj me va bien, me gusta mucho y le tengo un gran aprecio, pero se atrasa... No mucho, pero lo justo para descolocarme.
o no...
ResponderEliminarvive el presente... como va a evoluvionar o reaccionar el otro el día de mañana no lo puedes saber, ni siquiera puedes saber lo que serás o harás tú...
la vida a veces nos da sorpresas agradables...
Claro que no se puede saber, por eso la intuición juega un papel importante en todas las decisiones que tomamos.
ResponderEliminarYo no pierdo la fe en que todo va a ir a mejor, de ahí que siempre siga ahcia adelante.
Mejor despréndete del reloj (da igual la marca, ninguno funciona), olvídate de si se retrasa o no, ya vivimos con bastantes horarios exigentes.
ResponderEliminarTengo un leve recuerdo de que antes pensaba que la vida debe ser algo más que pasar por el tiempo, pero ya lo he olvidado.
Me gusta tu bloq, Juli.
Uno no se desprende de las cosas que aprecia así como así. Intentaré arreglar ese desfase como sea. Como dice Daisy, la vida también nos depara sorpresas agradables y habrá que arriesgarse esperando a que todo vaya mejor. Lo cierto es que tampoco soy de los que tiene razones para quejarse.
ResponderEliminarYo también tengo leves recuerdos. Algunos de personas que siempre me recriminaban por lo poco que me arriesgaba.
Me alegra que te guste mi blog, Marimor. Espero verte por aquí más a menudo y que compartas algún ratito conmigo.
El que no arriesga, no tiene nada que ganar.
ResponderEliminarEspero refugiarme en éste rinconcito privado con todos éstos amigos nuevos, a ver si consigo revivir el yo que no soy ahora.
Ah!! y yo también soy fetichista, ya lo creo, pero prefiero los relojes digitales de grandes números, a ser posible en colores chillones, que además tienen alarma, música, internet de serie y juegos interactivos para matar el aburrimiento. Viva la tecnología !!
Julio, yo siempre digo que la línea recta es el camino más corto entre dos puntos... y el más aburrido. Por eso siempre he preferido no ir directamente de A a B, sino meterme por senderos laterales, pisando charcos, cacas de perro, sin Viceroy, acompañado a ratos, otras solo, confuso, alegre, perdido... Al final no sé si llegaré a B, ni siquiera sé si hay B, pero igual acabo llegando a un C que tampoco esté tan mal, o acabo no llegando a ningún lao... El caso es seguir chapoteando caminos.
ResponderEliminarNadie tiene derecho a reprocharte lo poco (o mucho) que te arriesges, y es que cuando las emociones se sienten intensas hacer cálculos resulta mas complicado...
ResponderEliminarpero en un momento dado no solo te arriesgarás si no que te tirarás de cabeza sin calcular riesgos.
¿Quien ha inventado el tiempo? dias, horas, minutos o segundos...
cuando una mirada de segundos se te queda impresa para siempre en la retina, ¿puede valer segundos? algo se me descuadra,
cuando una velada plena feliz de horas pueden pasarla en a penas un suspiro...
¿que es el tiempo?
Será ver pasar de la noche al día del frio al calor? no dejes que te descuadre ese tiempo inventado, vive cada respiro y ya.
No digo que no haya que mirar adelante pero sin agobio, relajate, ánimo, aún queda muuucho camino por recorrer...
Me gusta tu blog Julio, me gusta saber de tí.
besitos,
Sin embargo yo siempre he ido buscando el camino más rápido para llegar a donde quería y he evitado los "serpenteos". No es que me haya ido mal, pero ahora, a mis taitantos, tengo la sensación de que se me han escapado algunas cosas (sensaciones). Supongo que son las tribulaciones de un cuarentón y que a todos nos llega el momento de planteárnoslas.
ResponderEliminarYoli, es verdad que todavía estamos en la mitad del camino y que el timepo es decisivo, aunque también es cierto que no nos tenemos que agobiar. A mí a veces, sinpoder evitarlo, me ocurre. La diferencia es que antes no lo sabía y ahora soy consciente, lo que no deja de ser una ventaja. Me alegra que te guste el blog y espero verte de vez en cuando.
Puffff, los serpenteos del camino......
ResponderEliminarY los que tenemos la sensación de haber ido en linea recta, de haber hecho siempre lo previsto y habernos perdido las curvas del camino??
Siempre tenemos la sensación de que haber escogido la opción contraria, hubiera sido más satisfactorio, a ratos, claro está.......
Creo que estamos en una etapa, en la que empezamos a darnos cuenta, que tal vez haya más camino hacia atrás, que hacia delante y de que de que la mayoría de cosas que recordamos con cariño e inocencia, hace más de venticinco años.
Yo que tengo naturaleza fatalista, pienso que al final, lo que está para ti, nadie puede evitarlo y que si tienes que pisar una caca, la pisarás, aunque juegues a la rayuela alrededor durante un rato, al final acabarás pisandola de lleno, si era eso lo que la vida había previsto para ti.
Por eso tal vez sea lo mejor disfrutar a fondo de las compañías, sin pensar que puedan ser transitorias o acabarán siendo permanentes, aunque al final, la compañía se quede mirando al camino, o a otro caminante, que le aporte más chispa..... con lo de moda que está ahora la chispa, o la falta de chispa.
Me gusta este espacio, esta cajita de puros, aunque nunca he fumado.
Petonets a montones.
Uff rocío, estás exponiendo una prederminación que sugiere que da igual lo que hagas si al final vas a parar al mismo sitio. Eso significa que no tenemos libre albedrío, que no disponemos de la libertad para escoger. Yo creo a piés juntillas que el camino lo marca uno mismo a medida que va andando. Si no creyese lo contrario, pensaría que no mereceria la pena vivir una vida que no es mía.
ResponderEliminarPuedo creer en una cierta "buena o mala suerte", pero al final, la vida que tengo me la he ido buscando yo con mis varias elecciones. Y sabes qué?? He vivido. He vivido lo que he querido o lo que me han dejado, pero no podré decir nunca "que pasaría si hubiera hecho aquello??" Aunque siempre pensarás, que hubiese ocurrido si hubieses elegido la otra opción.
La vida es magia. Muchos besos.