Hacía tiempo que me apetecía hablar sobre las adelfas, baladres, dafnes y hoy me he decidido. Son plantas hermosas, agradecidas, duras y versátiles, un todo terreno en cualquiera de nuestros jardines y, sin embargo, siendo tan populares, apenas las tratamos y apenas nos preocupan. Yo pienso que, precisamente por eso, por lo extendidas que están por toda la zona mediterránea, aquí las consideramos algo así como mobiliario urbano y no les prestamos la atención que se merecen. Al parecer su nombre científico (Nerium Oleander) le viene dado del griego “Nereus” (Dios del mar, padre de las nereidas) por su preferencia a desarrollarse en lugares húmedos, sin embargo todos los que vivimos en la zona mediterránea estamos acostumbrados a verlas en las medianas y cunetas de carreteras y rotondas, donde se utilizan mucho precisamente por que su demanda de agua es mínima y se conforman con la poca que cae del cielo y aguantan todo el sol y heladas que las eches, pero siempre se mantienen de forma robusta y muy floridas durante todo el verano. Tampoco son exigentes con los abonados. Entonces ¿por qué no las utilizamos más en la composición de nuestros jardines mediterráneos?. Y no me refiero a tenerlas físicamente presentes, que son muy socorridas y siempre están en los jardines municipales haciendo bulto, sino sacándoles todo el potencial que realmente poseen.
No quiero hablar de tecnicismos, que esos nos resultarán fácil de encontrar en internet, sino que persigo mejorar su fama de “planta vulgar” y hacer que todos la queramos más y mejor, que no valga sólo para cubrir espacios inertes, así que voy a dedicarme a comentar lo que considero más nos pueda interesar.
Normalmente crece como arbusto entre 2 y 4 m. de altura, pero también es fácil verlas en forma de arbolito o utilizada como seto.
¿Cómo formar un arbolito de adelfa?
Lo mejor es partir de un ejemplar jóven, a ser posible con un único tallo, pero también es posible elegir una con más de un tallo y seleccionar el que más nos convenga como futuro tronco de nuestra adelfa – árbol, por lo que bastará con cortar los demás y entutorar el agraciado para evitar que se nos tronche. Lo ideal es que el primer año lo tengamos en una maceta y podamos resguardarlo de posibles heladas, que ya para el próximo lo pasaremos a suelo o macetón para que dé un buen estirón.

No es preciso quitarle las hojas que tenga por que se caerán cuando sea oportuno, pero sí hemos de ocuparnos de cortar posibles ramificaciones que surjan y dejar sólo un ápice. Este ápice irá creciendo e irá desarrollando nuevas ramitas que iremos cortando a medida que salgan, dejando siempre una que seguirá creciendo y dando altura a nuestro futuro árbol y mantendremos siempre debidamente atado al tutor para su desarrollo vertical. De momento, nos olvidamos de las flores, que ya las disfrutaremos más adelante. Durante este proceso, por tanto, nos interesará mucho proporcionarle a nuestra adelfa un abono rico en nitrógeno.
Teniendo en cuenta que podemos conseguir un árbol cuya copa llegará posiblemente a superar los 4 metros de altura, conviene considerarlo para dejar que nuestro tallo crezca como mucho un par de metros, así conseguiremos que cuando haya alcanzado su desarrollo completo se presente de forma proporcionada. Personalmente, prefiero que no excedan los 1,5 m., aunque he visto por ahí algunos de tamaño considerable.
Una vez que tenemos la altura deseada, bastará con dejar que las ramificaciones superiores se desarrollen libremente y empiecen a formar la copa. Admite podas, como en su forma de arbusto e incluso serán necesarias a medida que vaya adquiriendo tamaño.
¿Cuánto tiempo nos llevará tener nuestro adelfa / arbolito? Pues en unos 3 años, aproximadamente, lo tendremos debidamente formado, aunque aún tardará un poco más en estar completamente desarrollado y lleno de flores.

Imagen
¿Y un seto?
Esto lleva mucho menos trabajo. Bastará con plantar adelfas a una distancia de 1,5 m. y en un par de años prácticamente tendremos un seto compacto y bien formado. El seto de adelfas ocupará bastante espacio en profundidad, así que no es recomendable para jardines pequeños y tampoco para aquellos que deseen un seto-pared en vertical, pues hay que dejarlo crecer libremente durante todo el verano para que florezca, podándolo sólo después de la floración o a finales del invierno, dependiendo de la zona geográfica, para mantenerlo en óptimas condiciones. Su gran ventaja es que es perennifolia, así que podemos disfrutar de la intimidad que nos proporciona esta condición durante todo el año y además llenará de colorido nuestro jardín durante todo el verano. ¿Habéis visto un seto de adelfas blancas en pleno mes de Agosto (Mediterráneo)?. Pues creedme si os digo que es un auténtico espectáculo.

Imagen
Macetas
La adelfa es una planta con un sistema radicular muy desarrollado y sus raíces aprovechan bien el poco agua de que dispongan, de ahí que sean ideales para zonas de sequía. En una maceta no pueden desarrollar debidamente por este motivo pero, como ya he dicho que es una planta muy versátil, tenemos la variedad enana (dwarf), ideal para contenedor, así que cualquiera podrá disfrutar de su adelfa en la terraza o en el patio.

Imagen
Variedades de adelfa
Está la simple y la doble, la blanca, la rosa, la salmón, la beige… (jajaja). Eso creemos muchos pero, ¿Qué pensaríais si os digo que existen cientos de variedades, incluyendo las enanas?.
A continuación os enseño sólo algunas para que os hagáis una idea:
Mrs. Kelso

Petite pink dwarf

Si queréis ver más, podés visitar la página de la International Oleander Society., que es de donde yo he sacado estas fotos.
Vulnerabilidades
Muy propensa al pulgón y a la cochinilla, pero en general bastante resistente. También padece enfermedades como tuberculosis o negrilla. En general, podemos asegurar que es una planta vigorosa, robusta y bastante resistente.
Toxicidad
Quizás el único de sus contras, pero es conveniente saber que contiene alcaloides, aceites etéreos y sustancias resinosas que la convierten en una planta muy venenosa y puede provocar la muerte si se ingieren sus hojas o tallos, así pues, que a nadie se le ocurra prepararlas en ensalada. He leído que, incluso las mieles que las abejas producen de esta planta, pueden llegar a ser tóxicas y otras cuantas anécdotas y supersticiones más derivadas de esta nefasta cualidad.
Sin embargo se ha utilizado para combatir resfriados y contra algunas enfermedades de tipo infeccioso como la sarna.
No quiero hablar de tecnicismos, que esos nos resultarán fácil de encontrar en internet, sino que persigo mejorar su fama de “planta vulgar” y hacer que todos la queramos más y mejor, que no valga sólo para cubrir espacios inertes, así que voy a dedicarme a comentar lo que considero más nos pueda interesar.
Normalmente crece como arbusto entre 2 y 4 m. de altura, pero también es fácil verlas en forma de arbolito o utilizada como seto.
¿Cómo formar un arbolito de adelfa?
Lo mejor es partir de un ejemplar jóven, a ser posible con un único tallo, pero también es posible elegir una con más de un tallo y seleccionar el que más nos convenga como futuro tronco de nuestra adelfa – árbol, por lo que bastará con cortar los demás y entutorar el agraciado para evitar que se nos tronche. Lo ideal es que el primer año lo tengamos en una maceta y podamos resguardarlo de posibles heladas, que ya para el próximo lo pasaremos a suelo o macetón para que dé un buen estirón.

No es preciso quitarle las hojas que tenga por que se caerán cuando sea oportuno, pero sí hemos de ocuparnos de cortar posibles ramificaciones que surjan y dejar sólo un ápice. Este ápice irá creciendo e irá desarrollando nuevas ramitas que iremos cortando a medida que salgan, dejando siempre una que seguirá creciendo y dando altura a nuestro futuro árbol y mantendremos siempre debidamente atado al tutor para su desarrollo vertical. De momento, nos olvidamos de las flores, que ya las disfrutaremos más adelante. Durante este proceso, por tanto, nos interesará mucho proporcionarle a nuestra adelfa un abono rico en nitrógeno.
Teniendo en cuenta que podemos conseguir un árbol cuya copa llegará posiblemente a superar los 4 metros de altura, conviene considerarlo para dejar que nuestro tallo crezca como mucho un par de metros, así conseguiremos que cuando haya alcanzado su desarrollo completo se presente de forma proporcionada. Personalmente, prefiero que no excedan los 1,5 m., aunque he visto por ahí algunos de tamaño considerable.
Una vez que tenemos la altura deseada, bastará con dejar que las ramificaciones superiores se desarrollen libremente y empiecen a formar la copa. Admite podas, como en su forma de arbusto e incluso serán necesarias a medida que vaya adquiriendo tamaño.
¿Cuánto tiempo nos llevará tener nuestro adelfa / arbolito? Pues en unos 3 años, aproximadamente, lo tendremos debidamente formado, aunque aún tardará un poco más en estar completamente desarrollado y lleno de flores.

Imagen
¿Y un seto?
Esto lleva mucho menos trabajo. Bastará con plantar adelfas a una distancia de 1,5 m. y en un par de años prácticamente tendremos un seto compacto y bien formado. El seto de adelfas ocupará bastante espacio en profundidad, así que no es recomendable para jardines pequeños y tampoco para aquellos que deseen un seto-pared en vertical, pues hay que dejarlo crecer libremente durante todo el verano para que florezca, podándolo sólo después de la floración o a finales del invierno, dependiendo de la zona geográfica, para mantenerlo en óptimas condiciones. Su gran ventaja es que es perennifolia, así que podemos disfrutar de la intimidad que nos proporciona esta condición durante todo el año y además llenará de colorido nuestro jardín durante todo el verano. ¿Habéis visto un seto de adelfas blancas en pleno mes de Agosto (Mediterráneo)?. Pues creedme si os digo que es un auténtico espectáculo.

Imagen
Macetas
La adelfa es una planta con un sistema radicular muy desarrollado y sus raíces aprovechan bien el poco agua de que dispongan, de ahí que sean ideales para zonas de sequía. En una maceta no pueden desarrollar debidamente por este motivo pero, como ya he dicho que es una planta muy versátil, tenemos la variedad enana (dwarf), ideal para contenedor, así que cualquiera podrá disfrutar de su adelfa en la terraza o en el patio.

Imagen
Variedades de adelfa
Está la simple y la doble, la blanca, la rosa, la salmón, la beige… (jajaja). Eso creemos muchos pero, ¿Qué pensaríais si os digo que existen cientos de variedades, incluyendo las enanas?.
A continuación os enseño sólo algunas para que os hagáis una idea:
Mrs. Kelso

Petite pink dwarf

Si queréis ver más, podés visitar la página de la International Oleander Society., que es de donde yo he sacado estas fotos.
Vulnerabilidades
Muy propensa al pulgón y a la cochinilla, pero en general bastante resistente. También padece enfermedades como tuberculosis o negrilla. En general, podemos asegurar que es una planta vigorosa, robusta y bastante resistente.
Toxicidad
Quizás el único de sus contras, pero es conveniente saber que contiene alcaloides, aceites etéreos y sustancias resinosas que la convierten en una planta muy venenosa y puede provocar la muerte si se ingieren sus hojas o tallos, así pues, que a nadie se le ocurra prepararlas en ensalada. He leído que, incluso las mieles que las abejas producen de esta planta, pueden llegar a ser tóxicas y otras cuantas anécdotas y supersticiones más derivadas de esta nefasta cualidad.
Sin embargo se ha utilizado para combatir resfriados y contra algunas enfermedades de tipo infeccioso como la sarna.