A veces te sorprende encontrarte con algo inesperado que te llama especialmente la atención, sea por lo que sea, y eso me ha ocurrido esta mañana cuando, al poner la radio, he escuchado una canción. Es de La oreja de Van Gogh, un grupo que jamás me gustó ni me dejó de gustar, pero según la oía no acertaba a saber de quién era, simplemente me dejé llevar por la historia que cuenta y me emocioné. Es tierna, quizás sensiblera, pero cuenta algo que, de tan cotidiano, resulta entrañable, así que he decidido que tenía que estar en La Cajita de Puros y me la he traído por que me ha hecho reflexionar.
miércoles, 4 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es muy bonita, eski. A mí también me encanta.
ResponderEliminarBesos!!!.
jo, que ganitas tenia de llorar ¿no? ainss
ResponderEliminarbonita y triste.
besitos,
Es muy triste, sí. La semana que viene es el 11M y creo que es algo que nodebemos olvidar nunca. Esta canción me ha parecido muy adecuada para hacerlo.
ResponderEliminarQue bonita y que triste. No la habia oido. Es desgarradora,
ResponderEliminarse me ha encogido el estomago. Ya van oidas 3 veces, es como si lo estuviera viendo.
Ay! que tristeza Dios mio...
Un abrazo a todos
Hasta ahora, no he tenido ocasión de poder oirla. Hoy por fin, que la niña está en el cole y Juan ha ido al parque con ella, me he enchufao al portátil y la he escuchado. Tenía ganas de hacerlo, si a ti te gustó, yo quiero oirla. Todo lo que hayais podido pensar o sentir mientras la oísteis, a mi se me junta y revuelve con la nostalgia de mi Madrid natal, desgarrado en aquel nefasto día. Una canción tan simple, y lo dentro que llega.
ResponderEliminar